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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!

Phuket (Thailandia) por la puerta grande

Como no era difícil de imaginar, al llegar al aeropuerto de Kuala Lumpur en Malasia para volar hacia Phuket en Thailandia, llevaba exceso de equipaje. El vuelo apenas me había costado 60 euros así que aunque prefería ahorrármelo, me tocó pagar unos 200 euros para mandar 20 Kgs de ropa a España. 

En Malasia había estado comprando muchísimo pues las cosas están tiradas de precio, pero si a eso le sumaba lo que ya traía de Maldivas, no era muy complicado tener que pagar un extra por mandar un paquete a casa por servicio de mensajería, ya que era mas barato que pagar el exceso de equipaje con la compañía aérea (Airasia). En una hora llegaba al aeropuerto de Phuket y allí me esperaba el transfer del hotel, que esta vez me había cogido un hotelazo a pie de playa en la zona de Surín. Aunque suene a caro, Thailandia es baratísimo y pagué unos 60 Euros la noche y tuve la buena suerte de que cuando llegue, me hicieron upgrade a una suite con piscina privada de la que disfruté como una princesa durante toda mi estancia. Manathai Resort & Spa, ahí es donde una servidora paso unos dias maravillosos.

En el aeropuerto coincidí con dos chicos, pero ya no recuerdo de donde eran. Uno de ellos venía a visitar a unos amigos y el otro iba de mochilero sin alojamiento y aparentemente con poco dinero para conocer todo el Sudeste Asiático. Me preguntó si yo sabía de algo barato donde alojarse y luego me dijo que si yo tenía alojamiento doble que si me importaba que se quedase a dormir en mi hotel, ya que yo había pagado para dos personas.

Al principio pensé en un NO rotundo, pero luego mirando al chico, monísimo que era, parecía majo y total, yo tenía espacio y viajaba sola, me lo pensé. Finalmente decidí decirle que no, pues no sabía que clase de persona era. Me quedé con la duda de si aquello hubiese sido una buena o mala idea, pero como me dijo alguien alguna vez "la decisión correcta es siempre la que se toma" por lo tanto... el chico se quedó en el aeropuerto buscando alojamiento y yo salí fuera donde había un mercedes color crema y un chófer vestido muy elegante que me llevó hasta el hotel con una musiquita agradable de fondo y aire acondicionado, cosa que agradecía mucho debido a la temperatura en el exterior. Thailandia, aquí estoy!!!

Al llegar al hotel me informaron de que había un cocktail para todos los clientes donde podía disfrutar canapés y bebidas gratis durante 2 horas. Así que deje las cosas en la habitación, me di una ducha rápida y salí al Living Room a disfrutar del aperitivo.

La gente que se alojaba en el hotel eran parejas y familias en su mayoría pero también había amigos que viajaban juntos. Fue el caso de unos hermanos franceses que conocí a los pocos minutos de estar allí. Uno de ellos se me acercó, me invitó a unirme a ellos y resulta que con este hablaba en inglés y con su hermano en español, ya que ambos hablaban francés pero uno hablaba inglés y el otro español. Fue un lio pero muy muy gracioso. Después de contarnos el por que nos encontrábamos allí y hacia donde nos dirigíamos,  como ellos llevaban varios dias en el hotel, me aconsejaron ir a comer una mariscada a un restaurante en la playa muy bueno y muy barato. Con ellos me fui hasta el sitio en cuestión y efectivamente era un sitio espectacular. Las mesas estaban literalmente en la playa, había velas y farolillos de colores por todos lados y aunque era un sitio muy sencillo, la comida era riquísima y muy barata. Pedimos marisco, verduras, noodles y fruta de postre si no recuerdo mal; vino blanco para mi y cerveza para ellos dos... 15 euros al cambio por cabeza fue lo que pagamos. 

De ahí nos fuimos a un pub en la playa, todo blanco, precioso... con musica para bailar y la verdad es que aunque no les conocía de nada, los franceses me parecían estupendos, me reí muchísimo y estaba mucho mas protegida que yendo sola, esto me permitía poder salir a tomarme algo.

Como en Maldivas el alcohol esta prohibido y yo apenas bebí en mi estancia allí, con 3 copas de vino yo iba algo perjudicada. Cuando mire a mi alrededor después de una hora bailando, me vi rodeada de todo un equipo de béisbol que venían de diferentes sitios de Europa, eran la selección europea de Béisbol!!! Bueno, sin duda la noche se ponía cada vez mas interesante. Y tal y como precedía, la acabamos todos en la piscina de nuestro hotel, bebiendo hasta altas horas de la madrugada. Las chicas europeas acabaron con mi minibar, los chicos con el minibar de los franceses, pedimos mas munición al servicio de habitaciones y aunque yo no pague un céntimo, toda aquella bebida no fue más de 90 o 100 euros.

Sin duda fue una noche muy divertida y diferente de la cual me merecí el esperado descanso en mi maravillosa habitación...


















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