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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!

Dubai Parte I : Asombrada por el lujo y la historia

Volé de Singapur a Dubai un domingo de mayo de madrugada... triste por dejar atrás aquel maravilloso lugar y feliz de haber estado allí. Sin duda alguna, aquel no era el final de mi historia en Singapur.

Antes de llegar a Dubai, mi queridísima amiga Fátima me dijo que su hermano Fran vivía allí y que podría aprovechar para visitarle y así él me enseñaba Dubai y me llevaba por ahí a conocer sitios que merecieran la pena. Yo conozco a  Fátima desde que me mudé a Madrid en el 2007, coincidimos trabajando para Mahou, la cerveza y desde entonces nos hemos hecho muy amigas. Así que sin dudarlo, su hermano y yo, planeamos un encuentro en Dubai. 

Llegué antes de que amaneciera... el aeropuerto de Dubai es francamente impresionante, uno de los aeropuertos que más me han llamado la atención de los muchos que he visto. Aunque en la foto no se refleje, es algo extraordinario. 
Hice algo de tiempo conectada a internet y subiendo las fotos de mi viaje a Singapur porque como ni siquiera había amanecido, me daba cosa de salir fuera, coger un taxi, y moverme por un país árabe al que llegaba por primera vez siendo de noche. 
Quería visitar Dubai porque además de estar en plena expansión, tiene muchas cosas que son "la más grande del mundo" y aunque suene chistoso, esto hace el país sinceramente grandioso. 


Al salir el sol, me dirigí a la parada de taxi, cual fue mi sorpresa cuando un chico que dividía la cola de gente a su antojo, me señaló una fila donde sólo había chicas que viajaban solas. Me pareció un gesto machista que no entendí muy bien, pero cuando llegó mi turno, me quedé boquiabierta y tengo que reconocer que encantada con la idea de que aquella cola de chicas fuese para coger los taxis para chicas. La mayoría de los coches eran del tipo Porsche Cayenne, color rosa palo, tapicería crema y los accesorios en gris. Las conductoras eran mujeres que cubrían su pelo con hermosos tocados y uniformes color crema y rosa, perfectamente maquilladas y ¡guapísimas! Yo iba encantada... me pareció algo muy especial, aunque esto llevase detrás razones religiosas con la que pueda o no estar de acuerdo. 

Algo muy curioso en Dubai es que las calles no tienen nombre... las direcciones van por nombre de sitios populares cercanos a donde quieras ir. Si eso lo sumas a que es la primera vez que visitas el país, que conduce una mujer (que por lo general tenemos menos sentido de la orientación que los hombres) y que el alfabeto árabe para nosotros es como leer los garabatos de un niño... tardé mas de una hora en llegar al hotel, que se encontraba a 7 Km del aeropuerto. La chica me quiso cobrar todo el trayecto, a lo que me negué y le di algo mas de la mitad, en el fondo me daba pena, y me lo había pasado bien en el trayecto, pero no lo consideré justo. 


Me alojaba en el Landmark Riqqa Hotel, un precioso hotel céntrico de 4 estrellas con piscina y sauna, por el cual pagué apenas 40€ la noche, con desayuno incluido. Llegué sobre las 6:30 de la mañana al hotel, por lo que no pude entrar hasta pasadas 3 horas. Yo estaba muy cansada del viaje, así que me quedaba dormida en uno de los sofás de recepción, y ellos me llamaban todo el tiempo la atención para que no durmiese allí, estaba mal visto. En fin, pasadas las 10 de la mañana entré en mi maravillosa habitación, y me metí en la cama hasta por la tarde... Menuda estaba liando con los horarios... Salí a ver un poco los alrededores, los famosos "souks" que están por todos lados y tantear un poco hasta donde empieza y acaba la libertad de ir como turista por estos lares árabes.


En mi primera salida no vi mucho más que altísimos e impresionantes edificios; mujeres cubiertas de tobillos a cabeza dejando solo sus ojos al descubierto en su mayoría; hombres elegantemente vestidos con las túnicas llamadas thawb y los pañuelos en la cabeza de cuadros al que llaman ghutra; bazares y tiendas a doquier y un sin fin de souks en todo el litoral del río que separa el Dubai antiguo del Dubai nuevo. En estos souks se vende en su mayoría oro, piezas de oro de todas las calidades, tamaños y estilos, algo impresionante de ver. También venden algo de ropa y zapatos artesanales propios de la cultura árabe y muchas especias. El oro allí se vende muy barato, por las enormes cantidades que disponen, pero como nunca sabes si te engañan o no, y yo no soy muy amante de este metal, preferí pasar del tema y no correr ningún riesgo. 


Cuando me pedí la cena en la terraza de un restaurante cerca de mi hotel, no entendía absolutamente nada de lo que ponía en el menú, así que pedí algo que parecía que tenía aceitunas y una ensalada. Algo ligerito y que supuestamente no daría lugar a sorpresas cuando el camarero me lo trajera.




Pues lo que supuestamente llevaba aceitunas era una fuente repleta de aceitunas con pimiento que obviamente no pude acabarme porque era imposible y la ensalada no era más que un montón de hojas verdes sin gracia ninguna ni aliño más que un gajo de limón para darle sabor, así que ni la toqué. ¡Encima los del restaurante me miraban raro!

Me volví al hotel pronto, quería descansar y al día siguiente hacer una visita más en profundidad. Avisé a Fran, el hermano de mi amiga, de que andaba por la ciudad y quedamos al día siguiente para ir a cenar algo y me enseñaría el otro lado de Dubai, donde al parecer viven todos los "expatriados" como ellos se llaman a sí mismos. Son los extranjeros que viven allí, en su mayoría felices y encantados.

Por el día visité algunos de los lujosos centros comerciales que tienen en este país, los más grandes del mundo. Un regalo para la vista, y no tanto para los bolsillos, pero sin duda alguna IMPRESIONANTE.






Fui a una tienda de vestidos de noche porque al llegar a España tenía la boda de unos amigos de Valencia y aproveché la oportunidad para hacerme con un traje diferente. Tengo que reconocer que me enamoré de varios vestidos, nunca y me repito, nunca había visto una tienda con más vestidos bonitos, especiales y diferentes en mi vida. Por lo general eran bastante caros, pero tenían algunas gangas como la que yo me llevé que sin duda merecía la pena. La dependienta era una chica rusa que disfrutaba más que yo misma probándome todos los vestidos, decía que le encantaban como me quedaban... jajaja me lo pasé pipa jugando a que era rica y podría pagar todos aquellos vestidos y que me los mandaran a casa. Hasta que llegó el momento de la verdad, me tenía que decidir... le dije a la chica que me diese algo de tiempo y que al día siguiente volvería para comprarme o no el vestido elegido: un precioso vestido largo rosa fucsia de raso, con algo de cola y un corte muy elegante. Palabra de honor con el escote en forma de corazón y lleno de pedrería en la zona del pecho. Sencillo y lujoso al mismo tiempo, fue amor a primera vista, pero costaba unos 250€ al cambio y yo ya me encontraba al final de mi viaje y no me podía permitir muchos más gastos.


Por la noche quedé con Fran, el hermano de Fátima y me llevó a cenar algo típico a un bar muy local donde no había ni un sólo turista. Comimos un plato riquísimo hecho con arroz y pollo y unas tortas de pan que hacían ellos mismos espectaculares y luego fuimos a una tiendecita pequeña a comprar los famosos dulces hechos con azúcar y frutos secos de los cuales no recuerdo el nombre, riquísimos. Nos los comimos paseando hasta la Mezquita Jumeirah, la más importante de Dubai, que de noche la verdad que estaba desalojada de turistas y se veía preciosa.




Me contó como vivían aquí, el contraste de culturas, y las costumbres y la importancia del gobierno en Dubai, donde domina la monarquía y no existen los partidos políticos ni sindicatos. Claro que todo tiene sus ventajas y desventajas, pero a mi, en términos generales me pareció una situación ideal para que es ciudadano del lugar.






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