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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!

Singapur Parte I : The princess Pool

Sobre volar Malasya viniendo de Thailandia fue precioso, hectáreas de palmeras atravesadas por riachuelos que desembocan en el gran océano que sujeta la isla de Singapur... tengo vagos recuerdos de esa imagen pues iba adormilada en el avión, pero fue algo impresionante que siempre guardaré en mi retina. Singapur... allá vamos!

Una tarde de invierno en Valencia, viendo la televisión después de comer vi un reportaje de como construían ¨Marina Bay Sands" en Singapur. Tres torres de 55 pisos que sostienen la piscina elevada mas larga del mundo, algo impresionante que captó toda mi atención y recuerdo decir en voz alta: "tengo que ir ahí, no puedo morir sin ver tal maravilla". Y allí estaba, sentada en un avión de Malasya Airlines camino de ver tal obra de arte. Iba súper contenta e ilusionada, pues además mi amigo Louis, el hijo de la que ha sido mi profesora de Sociales y Matemáticas en el colegio cuando era una niña y al que considero como mi hermano mayor, me había puesto en contacto con un amigo suyo de California que vivía en Singapur y que me podría no solo enseñar la ciudad sino además meterme dentro de la piscina a la que luego bautizamos "The princess pool". 





















El alojamiento en Singapur es carísimo, a diferencia con lo que puedes encontrar en el resto de Asia, es una de las ciudades mas caras del mundo, y por eso decidí estar solo unos días. El amigo de Louis, Mike, me había ofrecido su casa pero como ni le conocía ni estaba de humor como para compartir con alguien parte de mi viaje, decidí quedarme en el hotel. Y tengo que decir que accedí a quedar con él ¡porque tenía la forma de llevarme a la piscina! Si, lo reconozco, fui una interesada, pero la noche de hotel en una de esas torres cuesta unos 400€ y para poder subir a la piscina tenías que ser cliente del hotel. Mike conocía a una chica que trabajaba allí y me prometió la visita. Estaba súper entusiasmada, como un niño la noche de Los Reyes Magos. 

Llegué de noche y muy cansada, cogí un taxi desde el aeropuerto y por el camino ya vi de lejos la monumental piscina y una noria gigante que cuando yo la vi aún era la mas grande del mundo, hasta que construyeron la de Pekín en el 2012. Singapur es precioso, me encantó desde que puse mis pies en tierra. 

Me alojaba en el Hotel BLP, céntrico y un precio pagable aunque carísimo comparado con lo que venía pagando en mi viaje. Al llegar a la habitación, llamé a Mike, no había hablado con él por teléfono antes por lo que me daba un poco de cosa de que como es americano, no entendiese mi inglés de pacotilla. Una voz desenfadada y amigable contestó el teléfono y me dijo que me pasaría a recoger al hotel para llevarme a cenar que debía estar hambrienta. El chico tenía razón, mi estómago lo pedía a gritos, así que me metí en la ducha y tal y como me metí di un grito y salí corriendo. Al desdoblar mi toalla salieron dos cucarachas gigantes de dentro y caminaron cerca de mis pies a toda velocidad mas asustadas que yo. Me quise morir del asco, así que llamé a recepción indignada para que me cambiaran de habitación o lo que era mejor, que me devolviesen el dinero que me marchaba. El chino de recepción se negó a hacerme el reembolso pero subió a darme las llaves de la habitación de en frente, me pidió disculpas y como tenía prisa, pues estuve utilizando ambas habitaciones esa noche. 


Me puse unos vaqueros, unos tacones y una camiseta negra y me bajé a la calle donde había quedado con este chico. Le esperaba en la acera cuando unas manos me saludaban desde detrás de una columna sin mostrar su cara. Hizo varias gracias antes de salir de detrás de la columna y se acercó hasta mi diciendo: "Hi! I´m Mike". Un chico enorme, alto y fuerte, con una cara de buena persona que me dio muy buena sensación y sonriendo todo el tiempo. Hablamos cuatro cosas y empezamos a andar hacia un sitio que era como una iglesia antigua donde había varios restaurantes y pubs. 


Me pedí una Pizza y un Gin Martini y mientras cenaba, Mike me pidió mi cámara de fotos y me dijo que se la quedaría él para hacerme muchas fotos en Singapur, ya que como viajaba sola, imaginaba que esto había estado siendo un problema en mis anteriores destinos. Me pareció todo un detalle por su parte, la verdad. Y yo por supuesto, accedí encantada. 


Después de cenar, Mike me llevó a "New Asia Bar" a tomar una copa. Este sitio estaba en el piso 71 de uno de los edificios más altos de la ciudad, las vistas eran impresionantes, y el pub estaba acristalado por todos lados, así que se podía disfrutar del paisaje. New Asia Bar está considerado uno de los 50 mejores pubs del mundo. Sin duda era una pasada aquel lugar.

Fue una noche genial pero como estaba tan cansada del viaje y habíamos bebido unos cuantos Gin Martini, me fui al hotel a dormir... al día siguiente por la mañana Mike vendría a recogerme para ir a la piscina ¡¡¡mi sueño iba a hacerse realidad!!! 

Al día siguiente llegamos a Marina Bay Sands sobre las 11 de la mañana y Mike fue a ver a su amiga y recogió la tarjeta con la que accederíamos a la piscina. Me estaba poniendo nerviosa por momentos. Los edificios sosteniendo la piscina ya son impresionantes desde fuera, las vistas desde la piscina tenían que ser indescriptibles. En todo el complejo hay un casino, un hotel, un centro comercial, centro de convecciones, un museo, dos teatros, seis restaurantes y dos pabellones flotantes. Es uno de los sitios más espectaculares que he visto en mi vida. Y allí estaba yo, dispuesta a pasar un día maravilloso en aquella piscina. 

Al llegar, una chica muy simpática nos trajo dos albornoces blancos y nos dijo que se llamaba Cristina y que ella iba a estar a nuestra disposición para lo que quisiésemos durante nuestra visita. Elegimos dos camas donde dejar nuestras cosas y miré al frente... como sospechaba, una maravilla, una maravilla que no tenía palabras para describir. 

Una piscina elevada sobre 200 metros del suelo con un borde invisible con vistas a la hermosa ciudad de Singapur. La capacidad de aquella piscina: 3900 personas, imaginad como de grande es aquello... siento repetirme, pero es que es ESPECTACULAR. 

































Pedimos la comida: unos gigantescos Sandwich Club y un Margarita de fresa. Aquel día la sonrisa de mi cara era parte de mi, no podía dejar de sonreír y estaba feliz, como en muchísimo tiempo no lo había estado. Recuerdo que dije que me sentía como una princesa y entonces Mike me dijo que yo lo era, y que aquella era la piscina de la princesa, literalmente: "The Princess Pool". 

Quizás parezca una tontería pero estar en aquel sitio maravilloso, el cual había soñado tiempo atrás y encontrándome tan llena de fuerzas y energía para conseguir cualquier cosa que me propusiera, me hacía sentirme viva, más viva que nunca. Era feliz. 

Y para muestra un botón!!! 



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2 comentarios:

  1. Hola Sandra!
    Que sepas que desde que leí tu blog me dije: "en esa piscina me meto yo!", así que le he convencido a mi pareja de que hay que hacer escala en Singapur y pasar un par de noches al menos y bla, bla, para ir a Bali. (Bali me importa un carajo, yo quiero esa piscina!!! jaja (aunque también voy a probar la de Hanging Gardens en Ubud, no sé si la conoces).
    Yo no tengo ningún amigo, conocido, amigo prestado ni nada para acceder allí así que nos toca pagar!!! espero merezca la pena. A mi marido ya le diré que la culpa de todo es tuya… :)
    He leído muchas críticas diciendo que esta masificada, por tus fotos no lo parece pero, recomiendas algún momento u hora del día para evitar las hordas? gracias! (chapeau tu blog!)

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  2. ¡Hola! ¡Mil gracias por tus palabras! Me alegro que vayas a verla porque aunque te toque pagar, merece la pena... es increíble! No conozco la de Ubud que me dices.... pero ¡lo voy a mirar!

    Yo he ido varias veces y nunca me la he encontrado masificada... supongo que será cuestión de suerte. Yo siempre he ido por la mañana y aprovechar hasta que se ha ido el sol... a veces nos hemos quedado hasta de noche.

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