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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!

Nueva Zelanda (Parte VI) - Fin del viaje -

Después de aquella preciosa playa de bolas de piedra natural condujimos hasta Kakanui a una reserva natural de pingüinos. Nos hacía mucha ilusión ver estos animalitos en libertad pero resulta que la entrada eran unos 8€ al cambio para entrar a la playa donde tenían una especie de habitación allí plantada con cajas, donde estaban las crías de los pingüinos. Nos dijo la chica de la taquilla que los pingüinos adultos vendrían al anochecer porque había demasiado movimiento, por lo que no veríamos gran cosa.
Decidimos irnos sin verlos … 


Conducir hasta Kurow por el río nos llevó poco más de una hora, y almorzamos por el camino cerca del Vanished world center. Un lugar que supuestamente debería tener pinturas rupestres y restos prehistóricos y la gente se lo ha cargado… ha pintado encima de tales muestras. Increíble, penoso. 

Pero como siempre, seguimos disfrutando de los paisajes, esta vez camino de Mount Cook, la montaña más alta de Nueva Zelanda, en los alpes Neozelandeses. Las dos últimas fotos de las que pongo a continuación son del lago Pukaki, espectacular el color del agua y el contraste con el cielo y las montañas. 






Llegamos a "Aoraki Mount Cook Village" por la tarde y estuvimos paseando y admirando la belleza de aquellas montañas durante un buen rato. Mount Cook tiene casi 4.000 metros de altura, recorre toda la costa occidental de la isla sur de Nueva Zelanda y abarca varios glaciares. En esta montaña se grabaron muchas escenas de la película "El señor de los anillos", a la que dan el ficticio nombre de "Montaña Caradhras".

Entramos en "The Hermitage Hotel" a tomarnos unas copas de vino y cenar en el restaurante, pues nos apetecía dejar de comer en la autocaravana y disfrutar de aquel maravilloso entorno. El hotel está a casi 800 metros de altura, por lo que en nuestras fotos no se aprecian la magnitud real de las montañas. Aún así son impresionantes, gigantescas, imponentes. 







Hicimos noche en la montaña después de disfrutar de una suculenta cena y por la mañana nos dirigimos hasta Canterbury porque yo estaba empeñada en que quería ver una iglesia muy famosa que hay en cerca del lago Tekapo. Y efectivamente me encantó, las fotos no le hacen justicia pero es una monada de iglesia, pequeña y en medio de la colina con vistas impresionantes. Incluso el cura estaba dando misa mientras otros turistas como nosotros, nos acercábamos a admirar aquel lugar. 


Nos hacía un día malo… llovía bastante y estaba todo nublado pero aún así pienso que Nueva Zelanda tiene los paisajes más maravillosos del mundo. 

Después de casi 4 horas llegamos a Christchurch, donde devolvíamos nuestra querida casita con ruedas y nos alojaríamos en un hotel hasta el final de nuestro viaje. Así podríamos pasar algo de tiempo más cómodos y que Mike pudiese descansar de conducir tanto… que si no nos fallan nuestros cálculos en total hemos hecho caso 3.000 Kilómetros alrededor de la isla sur de la hermosa Nueva Zelanda. 

Christchurch es la ciudad más grande de esta isla, y se fundó hace poco más de 150 años así que es relativamente moderna. A finales del 2010 esta ciudad sufrió un terremoto de 7.1 grados que la destrozó prácticamente entera y luego un año después volvieron a ser sacudidos por otros dos terremotos de 6,3 y 5,5 grados. A finales del mismo 2011 volvieron a sufrir temblores pero sin ninguna muerte por suerte.

Es impresionante ver como aún a día de hoy todo sigue patas arriba, en construcción… Los edificios están partidos literalmente por la mitad y siguen en sus lugares originales y hay construcciones completas en ruinas. Es muy triste y desolador pasear por esta cuidad y ver todo esto, impacta. 




Y con este desolador paisaje nos fuimos hasta el jardín botánico… súper bien cuidado y con cientos de especies de plantas y flores. El tiempo no impedía que aquella belleza predominara… espectacular y un paseo muy agradable que recomiendo totalmente.


Cenamos en un sitio italiano que nos recomendaron en nuestro hotel "Tutto Benne" y en los años que llevo yendo a sitios italianos por todos los rincones del mundo, tengo que admitir que aquello era de lo más típico que había visto. Un lugar pequeño y coqueto, sencillo y auténtico. La comida exquisita y el servicio genial… No es barato, pues pagamos unos 60€ por 2 pizzas y una botella de vino de la casa, pero lo disfrutamos muchísimo. 

Nos alojábamos en Heartland Hotel Costwold, unos 80€ la habitación doble por noche sin desayuno. Caro, pero era muy coqueto. Eran pequeñas casitas alineadas al más puro estilo rústico. Un hotel sencillo pero con mucho encanto. 

                     
                                             

Y así fue como pasamos nuestros últimos días en Nueva Zelanda, un viaje totalmente recomendable y el cual volvería a repetir con los ojos cerrados. 

Nos tuvimos que despertar a las 4 de la mañana el último día porque nuestro vuelo salía muy temprano. Agotados, una vez en el aeropuerto, nos dimos un señor desayuno en modo de homenaje. Hicimos el check-in sin problemas, cosa que me preocupaba por el jaleo que tenía con mi visa antes del viaje. 

En una hora y media estábamos de vuelta en Sydney, 8:30 de la mañana, una locura. Mike y yo nos volvimos a despedir, pero esta vez sólo por una semana. Él volvía a Singapur, dónde me instalaría temporalmente después de este viaje, y yo me iba al norte de Australia a bucear la Gran Barrera de Coral… 

¡Estaba a punto de cumplir otro de mis sueños!


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