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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!

De Madrid a Córdoba ... ¡Reencuentros y gastronomía!

La mejor manera de recuperarme de 25 horas de vuelo y concierto, fue con un buen desayuno. Me di el placer de tomar el primero, en "El paraíso del jamón".  A decir verdad, me da lo mismo "El museo del jamón", "La casa del jamón" o cualquiera de ellos, pero sí, quería un buen bocadillo de jamón de bellota, regado con nuestro maravilloso aceite de oliva y como no, en mi adorada Madrid.

Ese día además continuaba la cosa de gastronomía española. Había quedado para comer con David y Ana, mis amigos de Madrid a los que conocí en Maldivas a través de otra amiga madrileña que les recomendó mi resort. 



El caso es que como ellos vieron la necesidad que tenía en Maldivas, escogieron el sitio perfecto para llevarme a comer... ¡una quesería!

Me considero una ratona, me gustan todos los tipos de queso y no creo que jamás me canse de comer este delicioso manjar.  Me llevaron a un sitio en la Calle Jose Abascal, llamado "Cheesbar Poncelet" ... y mejor que describirlo, os dejo un par de fotos antes de que arrasásemos con todo aquello.  



Nada más entrar, un fuerte olor a queso te da una bofetada irremediable, pero enseguida te acostumbras a ello. El local está decorado muy elegante, en tonos vainilla y madera... tienen una bodega espectacular y el servicio es buenísimo y son ¡más de 300 variedades de quesos las que tienen en el menú!

Los camareros te aconsejan en todo momento con qué tomar cada queso, refiriéndose a la gran variedad de vinos y de panes. Sin duda, fue un sitio para anotar en mi lista de lugares favoritos, y recién llegada a España, aún lo valoré mucho más. 

En Madrid estuve apenas 2-3 días, y a pesar de esta grandiosa bienvenida entre quesos, jamón y concierto de música española a nuestro más puro estilo gaditano, mis días se quedaron cortos para hacer las cosas que tenía pendientes de hacer. 

Venía a España con dos objetivos claros y muy importantes: La boda de mi hermana y la creación de mi propia empresa, mi propio proyecto. 

Mi hermana me avisó de que se casaba en Marzo, un mes antes de yo irme de Australia... así que ir a España por Navidad, me permitiría estar con ella los dos meses previos a la boda para ayudarla en todo y compartir con la única hermana que tengo, un momento tan importante en la vida de una mujer, como es ¡LA BODA!

Ella había cerrado la cita con Pronovias para la prueba de su vestido, a los tres días de yo llegar a España, por lo que en cuanto acabé las dos o tres reuniones que me cerré en Madrid para llevar a cabo el inicio de mi proyecto, puse rumbo a Córdoba, la ciudad donde mi hermana vive desde hace muchos años, y donde habían elegido casarse. Concretamente en un pueblo muy pequeño llamado "Moriles".

Mi hermano y la novia llegaban casi a la misma vez, al igual que mi madre, así que nos reunimos todos y fue muy divertido. Yo llevaba casi año y medio sin venir a España, por lo que tenía muchas ganas de compartir estos momentos con mi familia y disfrutar de los grandes acontecimientos que estaban ocurriendo. 

Aquí os dejo foto del desayuno pocas horas antes de ir a probarse el vestido de novia... 











Y ahora otro de los grandes noticiones... ¡mi hermano y su novia iban a ser papás! Mi familia sigue creciendo y ahora es mi hermano pequeño el que me hace tita de nuevo. Fueron muchas emociones, para mí, mi hermano es el pequeño de la familia, aunque es el hombre de la casa... Todos estábamos muy ilusionados con la noticia y aquello fue otro motivo más que celebrar en familia.

No podía creer lo mayores que estaban mis sobrinos, un año en la vida de estos pequeños adolescentes ¡les cambian muchísimo! Mi sobrino tenía voz medio de hombre medio de niño, mi sobrina estaba más rebelde que nunca y los dos altísimos y hechos todos unos mini-adultos.

Me daba pena pensar en que me estaba perdiendo todas estas cosas. Es triste venir y notar cambios tan grandes. Me propuse disfrutar cada segundo que pudiese de todos ellos, pues por el tipo de vida que llevaba, no tenía la oportunidad de disfrutar de los míos tanto como quisiera. 

Os dejo unas fotos del paseo que dimos por el centro de Córdoba y la zona de la judería, buscando los complementos de novia para mi hermana... aunque las fotos parezcan un poco de turista, es que me quizás me sintiera un poco así ¡aunque estuviese en mi tierra! ¡Ay! Andalucía, como te echo de menos...







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