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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!

¡¡¡ Merry Christmas !!!

Se acerca la navidad... el hotel esta lleno de gente de todas partes del mundo que viene a disfrutar de las vacaciones en un clima tropical y siendo sincera, me apetecía vivir esa experiencia. No estaba triste, y aunque echase de menos a mi familia y amigos, aquí también tenía una vida, por lo que simplemente me adapté a la nueva situación y quise formar parte al máximo de lo que sería pasar estas fechas tan señaladas en las Islas Maldivas, fuera del ruido y la aglomeración de las ciudades, del frío y el síntoma de comprar de forma descontrolada como característica principal de las navidades. Nuestro árbol de Navidad estaba hecho a base de cocos de nuestra isla y estaba situado en el camino a la playa, sobre la blanca arena de coral, y mi vestido de gala era una toalla de playa de color turquesa enrollada en el cuerpo.


Por aquellas fechas yo ya había empezado a cuidar a los más pequeños del resort. Trabajaba en mi tiempo libre como niñera de muchos clientes para que ellos pudiesen disfrutar de sus vacaciones de una manera mas tranquila. Y fue algo que me encantaba hacer, estar con niños me transmitía su dulzura, su simplicidad, su autenticidad... pensaba que las cosas podían ser sencillas si nosotros así lo veíamos.




Había que elegir a Mamá Noel para que ayudara a Santa Claus con el reparto de regalos la noche de nochebuena. Me ofrecí voluntaria, era algo que me hacía mucha ilusión, quería formar parte directa de esta experiencia. Pero Patrick, el Subdirector General del resort, le dijo a mi jefa que debido a mi escaso nivel de inglés no podía desempeñar esa función. 



Aquello me entristeció por un momento, pues me apetecía muchísimo, pero en seguida lo acepté y anime a mi compañera de casa, Assel con todos los preparativos... Estaba guapísima vestida de Mamá Noel. 

Pusimos un gran árbol de Navidad en recepción y lo llenamos de regalos, los niños venían a pedir sus juguetes y los padres a ayudarnos con aquella tarea. Fueron días largos y de mucho trabajo, pero los disfruté al muchísimo. 

En Navidades no tenía mucha relación con mi ex, pues había sido después de una de esas largas discusiones en las que le pedí tener menos contacto, ya que aquello me hacía daño. Ojos que no ven, corazón que no siente, eso parecía ser lo correcto en aquel momento. 

Todos los que habíamos participado de manera directa en la celebración de la Navidad en el resort, recibimos una invitación para cenar en el restaurante de la playa de Dhigu. Yo había estado trabajando vestida de payaso en todo lo que habíamos preparado para los pequeños durante el día de Nochevieja. Pusimos en recepción muchísimos juegos y actividades y todo el departamento de reservas y algunos de recepción estuvimos trabajando con los niños mientras los padres cenaban la noche de nochevieja. Fue muy divertido, no sabría decir si los mayores lo pasamos mejor que los pequeños o viceversa. Sin duda, fue una experiencia muy bonita de la que disfruté bastante. 



Mi ex me llamó antes de que empezaran a cenar, para decirme que se acordaba mucho de mí y que le daba mucha pena que pasara estas fechas sola y tan lejos de los míos. Hable con toda su familia, les deseé unas muy felices fiestas y seguí con nuestra celebración. Me había encargado de mandarles flores y champagne tanto a ellos como a mi familia, de esa manera, me sentirían un poco más presente. Sinceramente sentía a la familia de mi ex como si fuese también parte de la mía. Sus padres siempre me trataron como una hija y les quiero muchísimo, son unas personas con muy buen corazón a las que siempre les estaré agradecida por todo lo que han hecho por mi.
En mi casa, recibieron las flores, y el champagne, se hicieron fotos con mis regalos y me las enviaron para que supiese que estaba presente con ellos. A mi madre le encantaron los tulipanes rojos que le envié, y el hecho de que ellos lo disfrutasen tanto, para mi fue el mejor regalo de Navidad. 

Pasados estos días, tuvimos la cena que mencioné antes, en la que gocé de la comida, de la compañía y del paraíso donde me encontraba. Habían sido unas navidades estupendas en compañía de todos mis nuevos amigos y nos disponíamos a dar la bienvenida al nuevo año. Todo estaba preparado, muchos de nosotros estábamos juntos... empezaba la cuenta atrás. Con toda la gente alrededor de la piscina y unas letras ardiendo en medio del mar que indicaban la salida del año, contamos los últimos segundos, brindamos con champagne y compartimos nuestros mejores deseos, con los que estábamos allí y cada uno de manera individual con los que teníamos lejos. 


El 2010 había sido un año de cambios para mí, duro sin duda alguna y deseaba con todas mis fuerzas que el 2011 fuese todo lo contrario. Por eso me limité a disfrutar de todo en cuanto tenía y dar gracias por ello. 

Nosotros no teníamos permiso para estar en el bar de la piscina, donde se daba lugar la fiesta, pues los trabajadores en esta empresa tenemos muy restringido el acceso a las zonas donde están los clientes en nuestro tiempo fuera de jornada. Pero aquella noche fue una excepción y disfrutamos de un par de hora juntos, en las que bailamos, bebimos y reímos hasta que tomamos el ferry de vuelta a nuestra isla, donde no había fiesta, no había ningún tipo de celebración y todo parecía ser un día cualquiera. Y es que celebrar las navidades en un país musulmán, para los que siempre hemos tenido como especiales estos días, se hace cuanto menos extraño y triste. 

Cuando crucé a nuestra isla eran casi las 3 de la madrugada en Maldivas, en España las 11 de la noche y todo el mundo estaba acabando de cenar para tomarse las uvas y dar la entrada al nuevo año 2011. Yo llamé a mi familia, y a algunos amigos. Tenía una lata con 12 uvas que unos españoles me habían regalado para que pudiese entrar en el nuevo año como la tradición manda en España, así que coincidí con mi amiga Rosa de Sanlúcar que estaba trabajando en ese momento, y en Skype, sin video porque la señal no era suficiente y mientras ella me decía los últimos segundos, nos tomamos las uvas a la vez, 4 de la mañana en Maldivas, 12 de la noche en España, vosotros empezabais la fiesta y yo me iba  a la cama.









¡¡¡ FELIZ AÑO 2011 !!! 


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4 comentarios:

  1. Me has hecho recordar mis navidades sola en NYC... como te entiendo guapi!!!! como se añora... cuantos kilometros de por el medio.... buffff se me ponen los pelos de punta!!!!!!!!!!

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    1. Pelos de punta, sentimientos a flor de piel, recuerdos que se reviven una y otra vez... Nena, todo forma parte del aprendizaje de la vida!!! Un besazo

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  2. Que tienes un blogggg? Y yo que soy tu mas fiel seguidora no me he enterado? Jajaj, Muy buena idea compartir tus recuerdos con todos, por cierto olvídate del pasado y emprende una nueva vida tal y como lo estas haciendo, y nunca te sientas sola, piensa que estas haciendo en cada momento lo que quieres y lo que necesitas. un beso Guapa. Gloria

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    1. Muchísimas gracias Gloria... la verdad es que es algo que tenía pendiente hace mucho y por fin me decidí a hacerlo... me encanta que disfrutes con esto, me da mucho ánimo para seguir escribiendo. Un beso enorme...!

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