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En este blog comparto en primera persona cómo fue mi salida de España, qué me llevó a ello y como conseguí llegar a mi primer destino: Las Islas Maldivas. Tras un par de años de idas y venidas, mil aventuras y muchos sentimientos encontrados, mudarme a Australia se convierte en mi siguiente meta. Mi historia de amor y la superación a mí misma me llevan a concluir una maravillosa etapa en Sydney, y tras pasar por Singapur y España comienzo una nueva vida en Shanghai, China.

Esta es mi historia, es mi propia experiencia, y viajar por todo el mundo se ha convertido en mi día a día. En este blog narro viajes, aventuras y los itinerarios que he seguido, siempre elaborados por mi misma. Espero que os guste mi aventura por el mundo... y recuerda: ¡que no te lo cuenten!
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Reencuentros ...

En Madrid aproveché para ver a mi amiga y compañera en Australia, Natt. Quedamos cerca de la plaza de toro de las ventas y fue genial volvernos a ver en España. 

Al que tampoco podía pasar sin ver, era a mi amigo Tomy. Aproveché y me uní con ellos a la cena que tenían de fin de curso de la escuela de arte dramático donde estudié y les conocí... así que pude ver a más antiguos amigos. Fue genial, adoro los reencuentros cuando son gente con la que de verdad llegamos a conectar. 











Mi otro Tomás hacía incluso más tiempo que no le veía y fue estupendo volver a reírme y sentir el apoyo de la dulzura personificada. 

Cuando vivía en Madrid siempre estaba con ellos, y después de varios años y tantas aventuras vividas, fue una inyección de buena vibra en toda regla. 

Y como la cosa iba de quedar con los que fueron piezas importantes para mi durante aquella época, por supuesto no podía faltar mi pequeña. La persona con la que compartí piso desde el primer día, con la que he llorado, reído, vivido momentos tensos y muy duros y otros que aún lloramos de la risa al recordarlos. La persona que me ha aguantado sin juzgarme ni intentar hacerme cambiar. Una personita que a pesar de los años que vivimos juntas, nunca se cansó de mi... por eso y por mucho más, encontrarme con Lisett fue maravilloso.

Aunque el destino nos volvió a separar y ella viva en Argentina y yo estuviese en España temporalmente antes de irme a Asia por una larga temporada, nunca perdemos el contacto.

Esos días en Madrid, además de reencontrarme con amigos, adelanté mucho en el tema de mi nueva empresa. Me encontraba en el punto de buscar un diseñador web que plasmara lo que tenía en la cabeza... y la tarea de búsqueda fue dura, y mas larga de lo que pensaba. Al final, el gran fenómeno de internet fue el que me facilitó la tarea.

¡Vuelta al sur, me voy para Sevilla a por más cariño!

Madrid - Sevilla en el AVE son 2 horas y media y la verdad es que se hace genial el trayecto. Los trenes que tenemos en España están genial y RENFE presta un servicio envidiable. Dicho lo cual, al llegar a la estación de Santa Justa, tenía a mi queridísima amiga desde adolescentes, Myriam. Había sido mamá hacía pocos meses y yo por estar fuera de España, sólo conocía a su bebe por fotos.

Tengo que admitir que Luka me tenía enamorada sin haberle visto en persona... esos ojos, esa boca, ese pelo, ese tono de piel y esa mirada tan especial.


Y por supuesto, después de estar con ellos toda la tarde, tocaba irse a casa, a Chipiona, a comer en casita, a dormir en mi camita, a pasear por mi playa, a respirar nuestro aire puro y marinero. ¡Cuanto se echa de menos la tierra cuando se pasa tanto tiempo fuera!


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Escapada de chicas en Madrid

Era 16 de Enero, después de unas navidades en familia, cosa que hacía mucho tiempo que no disfrutaba... y rumbo a Madrid después de un autobús y un tren de alta velocidad, me puse a pensar.

Mike y yo tenemos nuestra propia cuenta atrás siempre que nos separamos, es triste si lo pienso, pero eso nos mantenía vivos, ansiosos hasta el próximo reencuentro. 48 días quedaban cuando estaba sentada en ese tren rumbo a Madrid, él dormía por la diferencia horaria con Singapur... yo debería hacer lo mismo y descansar, pero... tenía entre mis manos un libro que hablaba del matrimonio, del matrimonio entre familias convencionales, entre familias no tan convencionales, matrimonio entre extranjeros, y matrimonios que llegan a su fin.

Me alegraba infinito de que mi hermana, después de más de 10 años de noviazgo con su pareja, hiciese realidad su sueño de casarse. Se merecía tener un día como ese, toda mujer sueña con ese día alguna vez en la vida, incluso las que no quieren casarse. Eso me puso feliz, saber que el gran día de mi hermana estaba a punto de llegar y ella estaría radiante. Como una princesa.

Al llegar tendría unos días de relax antes de ponerme a trabajar, eso me tranquilizaba. Hace un par de años que cada vez que vuelvo a Madrid, me quedo en casa de mis hermanas postizas, casa de las Rodriguez Carrrasco. Son 4 hermanas, con muy poca diferencia de edad entre ellas, y que siempre me han tratado como una hermana más, y sus padres como una hija.
Lo primero que hice al llegar, fue reponer fuerzas...
¡Mi ansiada Mixta de Mahou!


Y lo segundo, irme con Fernando Mendieta, jefe y amigo, a hacer un tour por Madrid para ver las novedades y cambios que la gran capital estaba experimentando en la gastronomía gourmet que es donde nosotros nos movíamos.

Fue esa tarde cuando descubrí la azotea del Corte inglés de Gran Vía, entre otros sitios. Impresionantes vistas.



En un par de días recibía visita de una amiga a la que quiero muchísimo y que nunca pensé que fuera ser mi amiga, por como y donde nos conocimos. Pasaría conmigo un par de días después de un par de años sin vernos... y hablar casi a diario.

¡Que vida esta! Deseando estaba recibir a Carol ...

Cuando la loca de mi amiga llegó, que nunca había estado en Madrid aparte de trabajando, nos lo pasamos como enanas.

Madrid es como mi segunda casa, pues he vivido muchos años aquí, así que le enseñé todo lo que me dio tiempo de todo aquello que me gusta de esta tierra. Y... aunque a mi no me guste, ¡también nos fuimos de compras!

Sólo de pensarlo ya me duele la barriga de la risa, ¡vaya días sin parar de reír y de charlar!
Fue genial la verdad.

Aprovechamos que estábamos de relax para quedar con unas muy buenas amigas mías, andaluzas, a las que adoro y admiro por diferentes razones: Geno y Bibi.

Hice uso de mis antiguos contactos de la noche de Madrid y nos fuimos de fiesta las 4 chicas ¡por todo lo alto! Sólo decir que disfrutamos de lo lindo, bailando y bebiendo...













Y después de ir de compras, salir de marcha, hacer turismo y pasar un fin de semanas súper divertido 100% de chicas... me tocaba trabajar, que para eso había venido a Madrid. Pero eso ya, en el siguiente post ...

... de Madrid al cielo dicen ¡aunque en Cai hay que morir!

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¡¡¡Entramos en un nuevo año!!!

Las fiestas sucedieron sin altibajos, navidades en casa y fin de año en casa de mis tíos en Sevilla porque aunque pensé que eso no pasaba en la vida real ¡a mi tío le tocó un pellizco de la lotería!

Nos fuimos casi toda la familia a celebrarlo a Sevilla con él y el día de año nuevo, el resacón fue monumental... ¡empezamos de nuevo en enero!

Y como tenía mono de los más pequeños de la casa, decidí irme a pasar la semana de reyes a Córdoba con ellos, ya que mi hermana vive en un pueblo de esta provincia. Me apetecía levantarme con los niños, abrir sus regalos, ver sus caras y fotografiarlas... lo disfruté como una enana. Les echaba tanto de menos... 

Yo había traído regalos para todos desde varias partes del mundo, había estado juntando uno a uno y la verdad es que diría que incluso se aburrieron de abrir regalos... cosa que decidí no volver a hacer más, pues aunque yo disfruté muchísimo, hay mejores formas de regalar. 

De Córdoba nos fuimos a Málaga, a la casita de verano que tiene mi hermana y su marido y que aún yo no había visitado... pasamos unos días muy buenos en familia antes de irme a Madrid una temporada para seguir con mi proyecto. 


¡¡¡Parece mentira que fuese enero!!! y es que, que me perdone el resto pero Andalucía da gusto. Concretamente esto es en Benalmádena, Málaga. En la Cala de la Viborilla que llaman la playa que está justo abajo del residencial que muestro en la foto. Precioso y súper tranquilo... perfecto para vacaciones todo el año.

Una cosa que me llamó mucho la atención es que absolutamente todo está en inglés, y es que tienen muchísimo turismo extranjero, se respira un ambiente muy internacional. 



Y después de esta semanita de relax en Málaga, me volvía a mi tierra, a Cádiz... donde empezaban los eventos gastronómicos y carnavaleros, mi fiesta favorita por excelencia. Después de casi 4 años sin carnavales ¡este año lo pienso disfrutar de lleno! 

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Vuelvo a casa por Navidad... ¡como el turrón!

Llegar a casa por Navidad, como el turrón... ¡que bien sienta! Casi año y medio sin ver a los míos y allí estaban todos... familia, amigos y cientos de caras conocidas. Me encantan los reencuentros, y para lo que odio las despedidas, supongo que está compensado. 

Llegar a mi tierra, Cádiz, Chipiona... mmmm que alegría cuando sales del coche y huele a brisa, huele a mar, huele limpio y fresco... huele a ¡hogar! 

Yo reconozco que soy de buen comer, me encanta, y en España lo que se dice comer, comemos muy bien. Sigo con mis tostadas con jamón, mis zumos de naranja natural, salmorejo, pescaíto frito, puchero... ¡ay que hambre!

Y el comer y el beber, si es en compañía mejor, y de eso, en diciembre ¡todos sabemos mucho! 



Mi gran amigo Manrique y su preciosa mujer Pamela, me llevaron a catar el que dicen que es el mejor mosto de Sanlúcar de Barrameda. Nosotros lo disfrutamos muchísimo, y ya que estábamos pues catamos también unos pepitos de ternera, y es que con esta pareja, sólo se va a buenos sitios. No entiendo como los dos se mantienen en la línea.



Siempre he escuchado que los verdaderos amigos, aunque pasen los años y exista una distancia real entre ellos, mantienen esa amistad de por vida. En ese aspecto me siento bastante afortunada, creo que es lo que me hace una persona de las más afortunadas que conozco, mis amigos. 

A veces pienso que no merezco el trato que recibo por parte de ellos, que nuestra amistad está descompensada... y me encantaría hacer mucho más por todos ellos y vivir muchas más cosas con ellos. La vida es la que es, y la situación de momento no va a cambiar, así que siempre intento disfrutar al máximo de ellos, de los que se dejan y de los que me apetece por supuesto. 








En mi tierra, como en muchas partes de España, las semanas previas a la Navidad son todo una fiesta, a mi me gusta incluso más que las propias navidades. Fui a conciertos, barbacoas y eventos varios que estaban planeados y otros que surgieron. Estas son las cosas que más echo de menos estando fuera, los míos. El pasar ratitos tan a gusto como los que te proporcionan los que te quieren. 



Que soy amante de los carnavales y fan número uno de los carnavales de mi tierra, no es ninguna novedad, pero poder asistir, como en los viejos tiempos, a los ensayos de las comparsas, que ya por diciembre están afinando el trabajo de muchos meses anteriores... pfffff son sentimientos a los que no puedo poner palabras. ¡Que grande es Cádiz señores! ¡Que grande y cuanto arte hay en esta esquinita del mundo!

Y aquí os dejo la reflexión con la que entré en las Navidades... Navidades que después de varios años, volvieron a ser entre familia y amigos, a pesar de la ausencia de mi amor, al que dejé en Singapur. 

El año pasado no empece con buen pie, ni siquiera sentí que fuesen Navidades, alejada de los míos y de cualquier sentimiento positivo. A pesar de todo, este año ha sido un gran año para mi, lleno de proyectos, trabajo y estudios, experiencias inolvidables y teniendo a una persona en mi vida que me ha devuelto la felicidad y las ganas de seguir adelante. 
A todos mis amigos, mi familia de la que tantísimo estoy disfrutando, los que me conocéis y habéis estado conmigo al pie del cañón apoyándome en todo... Os deseo un fabuloso año nuevo desde lo más profundo de mi alma. Yo seguiré viviendo, luchando y disfrutando... 
Porque al fin y al cabo, de eso es lo que se trata la vida
!!! Feliz año a todos!!!





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Crear mi propia empresa

Aparte de ir a España para ayudar a mi hermana con los preparativos de su boda, o al menos poder vivirlo con ella más cerca... mi objetivo fue crear mi propia empresa. 

Cuando dices esto suena súper importante, algo para lo que hay que tener mucho dinero y mucha gente trabajando, y mucho conocimiento de lo que vas a hacer, y mucho de todo. Pues bien, antes de irme a España había estado haciendo algo de trabajo por mi cuenta, recopilando toda la información necesaria y estudiando a fondo todas las opciones. 

Mi proyecto es algo diferente, yo quería crear una empresa para ayudar a la gente a viajar. Y diréis: "para eso ya están las agencias de viajes" pues no. Yo no creaba una agencia de viajes, creaba una especie de consultoría online donde asesoro a gente a donde y como viajar, dependiendo de los gustos, el tiempo y el bolsillo de cada uno. Todo de manera personalizada. 

¿Mis ganancias? Pues tengo que decir que como empresaria novata, esto fue lo último que pensé, pues me hacía tanta ilusión crear este proyecto, que ya pensaría en como ganar dinero con mi idea. 

Yo sigo viajando y viviendo en países fuera de España, y de momento no tengo intención de parar, por lo que me planteé buscarme un socio, un socio que me representara en España. Una persona que comparta mi afición de viajar, conocer, explorar y que por supuesto tenga mucha experiencia alrededor del mundo y que disponga de contactos o de alguna aportación para mi nueva empresa. 

¡Encontré el candidato perfecto! y nos pusimos manos a la obra. Lo primero era trabajar en la web, buscar un nombre y crear la empresa legalmente. Para ello había estado trabajando online muchísimo tiempo y me decidí por crearla en Inglaterra. 

¿Por qué crear mi empresa en Inglaterra y no en España? ¡Muy fácil! 

En España los trámites son lentos y costosos y en Inglaterra barato y rápido. ¿Puedo hacerlo siendo española? Sí, y de hecho lo hice. Lo gestioné todo online y contraté una "oficina virtual" en Inglaterra desde donde podría manejar todo, sería el domicilio fiscal. 

Tengo que decir que me encontré con una desventaja: la apertura de una cuenta bancaria para la empresa inglesa siendo no residente allí. Lo he solucionado de manera temporal con Paypal, pagando un 3% de todo lo que facturo, eso si. Pero como no pagamos IVA ya que el VAT (El IVA inglés) sólo se paga si superas los 85.000€ de ingresos, nos seguía saliendo a cuentas. 

En fin, que como ahora tengo socio, pues tenemos que decidir un nombre para mi proyecto que nos guste a los dos. Al final elegimos un nombre de mujer africana, lo vi en un libro llamado "La Masai blanca" y me encantó, la historia y el nombre. A mi nuevo socio le pareció bien, e incluso se leyó el libro... así que ¡ya teníamos nombre para la empresa!

Como cuento con el grandísimo apoyo de todos los que me quieren, aproveché varias ocasiones para hacer muy buena promoción de la empresa, en la televisión de Madrid, y por supuesto entre los círculos que más me interesaban. Aquí os dejo una foto con mi grandísimo amigo Fernando Mendieta, del cava Gramona, momentos antes de mi entrevista para la tele. ¡Un Xarel lo siempre apetece! y más, en buena compañía.


Respecto a lo de ganar dinero con la empresa, mi socio se encargó de estudiar este punto, y cobraríamos una comisión a nuestros clientes mínima, y a parte, la mayoría de nuestros ingresos vendrían de las comisiones que hoteles, compañías aéreas, y empresas de servicios turísticos en general, nos pagarían por contratarles. Yo me encargaría de esta parte, pues me muevo mucho más y podría cerrar contratos con empresas extranjeras más fácilmente. 

Contacté personalmente con varios webmasters para la creación de la página web, desarrollé los contenidos y busqué y edité la mayoría de las fotos de la futura página. Pedí contenido de los sitios que yo no conocía a mi socio al igual que las fotos. El trabajo de la preparación de la web nos llevó más de 4 meses, en mi caso trabajando día y noche sin apenas descanso. 

El resultado me gustó, mi chico revisó mis traducciones al inglés de TODA LA PÁGINA WEB, y eso fue un punto muy a nuestro favor, pues de esta manera llegaríamos a más gente incluso. 

Antes de irme de España, hicimos una inauguración, de la cual estoy MÁS QUE SATISFECHA. Preparamos un video promocional de mi socio y yo, en su terraza con vistas al Pardo de Madrid, lo hizo mi adorada amiga Puri, que tiene amplios conocimientos del tema, con ayuda de su novio que es ingeniero audiovisual. El resultado fue espectacular y lo proyectamos en un local que previamente reservé personalmente y al cual estoy eternamente agradecida. 

La sala donde hicimos la inauguración, se llama Clorofila Digital y está en la C/ Téllez 17 de Madrid. Se dedican a la decoración, realizan toda clase de imprimaciones en cualquier material y textura. Es asombroso el trabajo que hacen en esta compañía, y los dueños, dos auténticos soles. El local es una auténtica pasada, ya lo conocía de haber asistido a fiestas que daba la embajada mexicana cuando yo trabajaba para Gramona, el mejor cava que tenemos en España.

Por el trabajo que siempre he tenido en España relacionado con los eventos deportivos y la gastronomía de gourmet, tengo la suerte de contar con grandísimos amigos y personas influyentes de nuestro país y que vinieron a la inauguración de mi humilde proyecto, aquel que creé con toda la ilusión del mundo y muchísimo trabajo, naciendo de una idea que tuve mientras trabajaba en las Islas Maldivas. 

Os dejo alguna foto de la inauguración, la inauguración de un proyecto en el que trabajé mucho, y del cual estoy súper orgullosa. 










¡Gracias a todos los que formasteis parte de mi sueño!


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De Madrid a Córdoba ... ¡Reencuentros y gastronomía!

La mejor manera de recuperarme de 25 horas de vuelo y concierto, fue con un buen desayuno. Me di el placer de tomar el primero, en "El paraíso del jamón".  A decir verdad, me da lo mismo "El museo del jamón", "La casa del jamón" o cualquiera de ellos, pero sí, quería un buen bocadillo de jamón de bellota, regado con nuestro maravilloso aceite de oliva y como no, en mi adorada Madrid.

Ese día además continuaba la cosa de gastronomía española. Había quedado para comer con David y Ana, mis amigos de Madrid a los que conocí en Maldivas a través de otra amiga madrileña que les recomendó mi resort. 



El caso es que como ellos vieron la necesidad que tenía en Maldivas, escogieron el sitio perfecto para llevarme a comer... ¡una quesería!

Me considero una ratona, me gustan todos los tipos de queso y no creo que jamás me canse de comer este delicioso manjar.  Me llevaron a un sitio en la Calle Jose Abascal, llamado "Cheesbar Poncelet" ... y mejor que describirlo, os dejo un par de fotos antes de que arrasásemos con todo aquello.  



Nada más entrar, un fuerte olor a queso te da una bofetada irremediable, pero enseguida te acostumbras a ello. El local está decorado muy elegante, en tonos vainilla y madera... tienen una bodega espectacular y el servicio es buenísimo y son ¡más de 300 variedades de quesos las que tienen en el menú!

Los camareros te aconsejan en todo momento con qué tomar cada queso, refiriéndose a la gran variedad de vinos y de panes. Sin duda, fue un sitio para anotar en mi lista de lugares favoritos, y recién llegada a España, aún lo valoré mucho más. 

En Madrid estuve apenas 2-3 días, y a pesar de esta grandiosa bienvenida entre quesos, jamón y concierto de música española a nuestro más puro estilo gaditano, mis días se quedaron cortos para hacer las cosas que tenía pendientes de hacer. 

Venía a España con dos objetivos claros y muy importantes: La boda de mi hermana y la creación de mi propia empresa, mi propio proyecto. 

Mi hermana me avisó de que se casaba en Marzo, un mes antes de yo irme de Australia... así que ir a España por Navidad, me permitiría estar con ella los dos meses previos a la boda para ayudarla en todo y compartir con la única hermana que tengo, un momento tan importante en la vida de una mujer, como es ¡LA BODA!

Ella había cerrado la cita con Pronovias para la prueba de su vestido, a los tres días de yo llegar a España, por lo que en cuanto acabé las dos o tres reuniones que me cerré en Madrid para llevar a cabo el inicio de mi proyecto, puse rumbo a Córdoba, la ciudad donde mi hermana vive desde hace muchos años, y donde habían elegido casarse. Concretamente en un pueblo muy pequeño llamado "Moriles".

Mi hermano y la novia llegaban casi a la misma vez, al igual que mi madre, así que nos reunimos todos y fue muy divertido. Yo llevaba casi año y medio sin venir a España, por lo que tenía muchas ganas de compartir estos momentos con mi familia y disfrutar de los grandes acontecimientos que estaban ocurriendo. 

Aquí os dejo foto del desayuno pocas horas antes de ir a probarse el vestido de novia... 











Y ahora otro de los grandes noticiones... ¡mi hermano y su novia iban a ser papás! Mi familia sigue creciendo y ahora es mi hermano pequeño el que me hace tita de nuevo. Fueron muchas emociones, para mí, mi hermano es el pequeño de la familia, aunque es el hombre de la casa... Todos estábamos muy ilusionados con la noticia y aquello fue otro motivo más que celebrar en familia.

No podía creer lo mayores que estaban mis sobrinos, un año en la vida de estos pequeños adolescentes ¡les cambian muchísimo! Mi sobrino tenía voz medio de hombre medio de niño, mi sobrina estaba más rebelde que nunca y los dos altísimos y hechos todos unos mini-adultos.

Me daba pena pensar en que me estaba perdiendo todas estas cosas. Es triste venir y notar cambios tan grandes. Me propuse disfrutar cada segundo que pudiese de todos ellos, pues por el tipo de vida que llevaba, no tenía la oportunidad de disfrutar de los míos tanto como quisiera. 

Os dejo unas fotos del paseo que dimos por el centro de Córdoba y la zona de la judería, buscando los complementos de novia para mi hermana... aunque las fotos parezcan un poco de turista, es que me quizás me sintiera un poco así ¡aunque estuviese en mi tierra! ¡Ay! Andalucía, como te echo de menos...







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Primeros contactos ...


Cuando me desperté por primera vez en aquella habitación no sabía si había pasado un día, una hora o una semana. Una de mis compañeras no tardó en dejarse ver. Una chica guapa, alta, pelo largo y negro, rasgos asiáticos y desde mi ignorancia, diría que era china. Nos miramos y en seguida me estrechó la mano y me dijo que se llamaba Assel y que era de Kazajistán. Acto seguido empezó a hacerme preguntas una detrás de otra, me sentía un ser extraño que había interrumpido la calma de su vivienda y quería saber todo acerca de mi. Le dije que no hablaba inglés, que acababa de llegar y que era española. Se le dibujó una sonrisa en la cara y dijo: ¿Barcelona? a lo que me limité a contestar negativamente. A medida que iban pasando los días me di cuenta que fuera de España pocas personas ven más allá de Madrid y Barcelona, así que decidí identificarme como ciudadana de Madrid, dado el período de mi vida que viví allí y las cortas visitas que he hecho a la ciudad condal. 





Assel tenía en la pared de su cama tres fotografías en blanco y negro y seis calendarios mensuales con muchísimas cruces de color rosa que tachaban día tras día conforme iban pasando. No le di demasiada importancia a aquel hecho hasta que ella empezó a hablarme como si estuviese asustada, como si me quisiese avisar de algo malo, intentaba explicarme algo que no me iba a gustar en absoluto. 

Pasamos bastante tiempo intentando comunicarnos, fue aquí donde mi ordenador portátil se convirtió en mi mejor amigo "Google Translator" que gran invento. Ella me preguntaba cosas escribiéndolas en su portátil y yo le contestaba escribiendo en el mío. Ahora me río de aquello, pero así empecé a comunicarme con los que iban a compartir esta etapa de mi vida. 

Lo que mi nueva compañera de habitación me quería decir era que Maldivas era un infierno, que esta empresa era una cárcel y que aún estaba a tiempo de irme, que no me lo pensara mucho tiempo y que huyera. Me mostró que cada cruz en su calendario era un día menos que le quedaba para ser libre. Que una vez que aceptó venir, ya no se pudo echar atrás pero que yo estaba a tiempo, que me fuese, que abandonase. Aquellas palabras por mucho que las leía una y otra vez, no podían significar lo que yo creía que significaban. ¿Como iba a ser Maldivas un sitio tan horrible? ¿y como iba a abandonar tan pronto? Le pedía razones, argumentos que me hicieran pensar como ella. Y me habló de la comida, me habló de la mentalidad de la gente local, de como dirigían la empresa y la no libertad que imponen a los trabajadores. Le di el beneficio de la duda, pues la chica no parecía estar de broma. Se marchó a trabajar de nuevo y no tuve la oportunidad de preguntarle donde podía comprar algunas cosas de aseo que necesitaba, así que decidí tomar una ducha usando los productos que ya estaban en el baño y secándome con una toalla de mano que llevaba en mi equipaje. El baño era muy pequeño, un cuadrado con un lavabo de obra y el WC junto al grifo de la ducha ¿Como iba a poder ducharme en semejante sitio cada día? Deseé que fuese una broma de mal gusto, pero de momento, no me quedaba otra que empezar a acostumbrarme. 

Mientras me duchaba todo lo que había hablado con Assel me daba vueltas y vueltas, no podía dejar de pensar en que si ella tenía razón, debía actuar cuanto antes, pero ¿como? yo no podía hablar en inglés... y de todas formas ¿que les digo? ¿cual es realmente el problema? Estaba tan desubicada que lo único que pude hacer en aquel momento es llamar a mi ex ya que él sabía inglés y pedirle por favor que hablara con Recursos Humanos y les dijera que por las razones que me rondaban por la cabeza, me quería ir en el siguiente avión de vuelta a casa. Podía haber llamado a mi hermana, pero ella me hubiese ayudado a irme, y acabaría preocupando a la familia. A medida que le contaba a mi ex lo que quería que hiciese por mí, me sonaba más absurdo, sin sentido. Entonces él dijo: "Sandra espera un poco, estás cansada y asustada, mañana será otro día y pensarás diferente. Cada persona es un mundo y las cosas no nos afectan a todos por igual" supe que me había precipitado, tenía que ser yo en primera persona la que decidiese quedarme o irme, así que le hice caso y empecé a deshacer el equipaje. 

Al poco rato llegó otra chica diferente, yo ni siquiera sabía que iba a vivir con dos personas. Era bastante delgada, con pelo corto y de color castaño. La primera impresión que me dio fue de alguien que estaba exactamente en el sitio donde quería estar. Venía con algunos uniformes limpios en la mano, organizaba su ropa en el armario mientras me hablaba, me ofreció todos sus productos de aseo y hacía por comunicarse conmigo sin utilizar el traductor. Iryna, la frágil y trabajadora Iryna. Me explicó que trabajaba en recepción y que trabajaba muchas horas debido a que habla ruso, y tenemos un alto porcentaje de rusos que vienen de clientes a nuestro resort. 


A Iryna se le veía contenta, no demasiado entusiasmada pues reconocía que el lugar no era precisamente un lugar de ensueño para los que trabajan aquí, pero que no estaba mal. Sólo tenía que acostumbrarme. 

Iryna es de Ucrania y trabaja aquí desde hace seis meses y acababa de firmar un año mas, al menos tenía una opinión diferente, todo parecía ir mejor. Y el interés que ella puso desde el primer momento para que me integrase, es algo por lo que siempre le estaré agradecida. 

Me acompañó a una tiendecita pequeña que tenemos en nuestra isla, me dijo los horarios en los que la encontraría abierta y pude comprar algunas cosas que necesitaba. Pero en aquella tienda no había prácticamente nada más que algunos refrescos, agua, galletas, gel, champú, tabaco, recarga de móviles y sopas de fideos que se vendían en vasos ya preparados. 

A las pocas horas alguien llamó a la puerta, yo estaba sola en casa, por lo que fui a abrir y me encontré con una chica asiática también, de pelo largo y muy liso de color negro. Llevaba un uniforme blanco y su nombre escrito en una solapita de madera "Kin". Ella era mi jefa, y me estrechó la mano dándome la bienvenida con una enorme sonrisa dibujada en su cara. Me dijo que la acompañara a hacer un tour por la isla de Dhigu, lugar donde trabajaría y que me presentaría a mis compañeros y los trabajadores de otros departamentos. Con pocas palabras supo que mi nivel de inglés era bastante escaso, por lo que me hablaba muy despacio, gesticulando todo en cuanto decía y transmitiéndome muchísima seguridad. Kin me transmitía firmeza, responsabilidad, conocimiento, calma, incluso instinto maternal. 

Durante el recorrido me presentó a todos los que serían mis compañeros de trabajo, había extranjeros y locales, me presentó a los responsables de cada departamento e incluso la directora general del resort vino a saludarme y darme las gracias por la pronta incorporación. Todos estaban al tanto de que yo apenas hablaba inglés así que el esfuerzo que hicieron era notable. 

Primer paso andado... ya estaba en Maldivas, sabía donde iba a dormir y con quien iba a vivir y a trabajar. Ahora solo me quedaba por explorar qué iba a comer y como iba a comprar cada cosa que fuese necesitando. Y poco a poco, hacerme con el lugar y descubrir por mi misma si es tan malo como Assel me lo dibujaba con sus cruces rosas en la pared o no tan malo como Iryna me daba a entender.



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